08 de julio (día 1) Entrada participante.

Día 1 de integrando a México 

Mariana Ponce Lozano.

Hoy fue el primer día del curso. Al principio estábamos algo nerviosos, pero conforme iban despertando nuestros compañeros de habitación, los nervios se fueron y empezaron las carreras por usar las regaderas. Algunos compañeros madrugaron para ir a meditar un rato con Rafa, uno de los facilitadores de IaM. 

Después de desayunar, esperamos un rato el autobús que nos llevaría a la escuela  donde tomaremos las próximas semanas los talleres. Llegando ahí, hicimos una serie de actividades de cantos y juegos para conocer mejor tanto a los participantes, como a los facilitadores.  Mi actividad favorita, fue cuando todos escribimos tres preguntas y las fuimos rotando en varios equipos para conocernos mejor.  

Me tocó en el grupo de Beth, una facilitadora de IaM que viene desde Londres. Me gustó platicar con ella y conocer un poco más de su país, es muy buena onda. Después de varias actividades, nos dividimos en los grupos de reflexión. 

Todos los grupos, teníamos que hacer una porra que representara al grupo, y nos representara a cada uno también.  Mi equipo se llamó Sabor a México, ¡y nuestra porra nos quedó increíble (sin presumir)! Más tarde, los facilitadores nos hablaron un poco sobre la organización de UWC y sus cursos cortos, como lo es Integrando a México.

Después de la plática, los facilitadores nos explicaron sobre el servicio comunitario y las áreas creativas. Creo que hablo por todos mis compañeros, cuando digo que estamos ansiosos y con muchas ganas de empezar a trabajar en el taller que escogimos. Tuvimos algunos descansos entre cada actividad, en las que pudimos conocernos mejor todos.

Casi al final del día, cada equipo presentó sus porras. A mi equipo por la emoción se nos olvidó la última frase, pero aún así lo disfrutamos. Minutos más tarde, hicimos un círculo grande en el patio de la escuela, y reflexionamos en grupo sobre lo que mueve a los jóvenes a participar en movimientos políticos y sociales.

Ya al final, nos llovió algo fuerte y nos regresamos al rancho. Hace ratito, mientras escribía esta entrada, fuimos a una actividad. El facilitador que nos dirigió en la actividad, fue Saúl, quién por cuestiones del ejercicio, sacó su lado gruñón. 

Considero que a más de uno asustó, pero más tarde regresaron las risas y canciones.