miércoles, 17 de julio de 2013

15 julio (Dia 8) Entrada facilitador.

Rafael Elizondo Lozano
15/07/13



    A dos semanas de haber llegado a este increíble lugar, y a una de haber oficialmente inaugurado Integrando a México 2013, puedo asegurar que mi percepción del tiempo se ha estirado cual chicloso; El hecho de comenzar mi día preparando la meditación diaria de las 6:30 am, y terminarlo cerca de las 12:00 pm ya sea preparando las actividades del día siguiente o conviviendo con el grupo de facilitadores, genera en mí la bonita sensación de que estoy aprovechando el día, aún cuando de repente puede llegar a ser agotador.

    Personalmente considero maravillosa la sensación de despertarse con ganas, ganas no solo de despertar (que es algo, por si solo espléndido) sino también, de ir a por el día. Ambos efectos me han estado sucediendo a lo largo de éstos 15 días, y no de a gratis; La carga de trabajo ha sido pesada, ya que los talleres son intensivos, llenos de contenido, integrales e interactivos. El sueño se ha condensado continuamente en diferentes momentos (cómo después de comer, o durante el arrullante viaje en camión a la escuela), y el mantenerse activo y enfocado dentro de un hermoso rancho en donde abundan antojadizas distracciones, solamente se puede lograr con una motivación real y continua.

   Pero esta motivación existe, y la he encontrado tanto en el dinámico equipo de facilitadores, como en la, eficientemente divertida, pareja de Logística y Medios, pero sobre todo en las caras de los participantes cuando han puesto en jaque sus propios conocimientos,  cuando se dan cuenta de la repercusiones (en ellos o en otros) de ciertos patrones de comportamiento o actitud que habían estado llevando a cabo, pero sobre todo esto, la emoción que tienen de, aún cuando apenas llevan una semana aquí, ya querer ir a sus comunidades a aplicar los conocimientos que han generado e integrado en estos días.

    Habiendo terminado los talleres de Agencia de Paz, es hora de que los participantes se responsabilicen, y no solamente internalicen los conocimientos que recibieron, pero que los reflejen durante el campamento. Como facilitadores es nuestra prioridad asegurarnos de que no solamente los entendieron, pero que los estén aplicando, comenzando desde ahora. Respetar, empatizar, escuchar y expresarse de manera que reflejen la dignidad de todos los integrantes del campamento, entre muchas otras cosas. Será un trabajo interesantemente complejo tanto para nosotros facilitadores como para los participantes, dado a que tendrán que romper con ciertos patrones o paradigmas que hayan adoptado anteriormente. Pero es algo necesario ya que ¿Cómo podremos aplicar éstos conocimientos en una sociedad en la que desgraciadamente, hay una inconsciencia recurrente, si no empiezan a aplicarlos en un lugar en el que todos están buscando elevar estos niveles de conciencia?

    Es entender un poco la importancia de las escalas, es entender que es un trabajo personal, respetarme, entenderme, aceptarme, escucharme y comportarme de una manera en la que refleje mi propia dignidad, para solamente así, poder hacerlo con aquellos que me rodean, comenzando con círculos cercanos sean familiares directos o compañeros de campamento, para finalmente lograr hacerlo con cualquier persona que se cruce en mi camino, y que al hacerlo lo inspire a reproducirlo. Es ese el cambio que buscamos, un cambio real, comenzando desde el núcleo, convertirnos en agentes de cambio social, agentes de paz, ser un punto de cambio, aspirar a que nuestra simple presencia inspire a los demás, pero aún mejor, llegar a poder inspirarnos de la simple presencia de todos aquellos que se crucen en nuestras vidas.

¿Intenso para un par de semanas no?

Me doy cuenta de lo mucho que tengo por aprender, de las muchas habilidades que me quedan por descubrir, desarrollar y pulir, y de lo mucho que tengo en potencial en espera de ser detonado.

Y me emociona.


O ustedes ¿Qué opinan?

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